Las telecos recortan 14.000 empleos para afrontar la guerra de precios
Las operadoras bajan la inversión un 28% tomando como referencia los niveles existentes antes de la crisis
Los precios de las telecomunicaciones han caído un 8% en ocho años... mientras el IPC subía un 23%. Este descenso, muy positivo para los usuarios de telefonía,
ha puesto bajo presión las cuentas de resultados de los operadores que
lo han afrontado con un fuerte recorte de plantillas y reduciendo las
inversiones en desplegar redes.
Según la Comisión del Mercado de
las Telecomunicaciones (CMT), los operadores han reducido sus plantillas
en cerca de 14.000 trabajadores desde el 2006 (un 16%), hasta los
74.824 trabajadores. El mayor descenso ha correspondido a Telefónica, el
operador histórico: de los 57.058 trabajadores que tenía en el 2006 en
España (excluidos los teleoperadores de Atento), ha pasado a 32.355
trabajadores (un descenso del 43,3%) y tiene en marcha un plan para
recortar otro 20% adicional, a través de un ERE voluntario por el que
prevé que dejen la empresa 6.500 trabajadores hasta el 2013. El recorte
de Telefónica (24.000 trabajadores menos desde el año previo a la
crisis) no ha podido ser compensado en el conjunto del sector por el
lanzamiento de nuevos operadores como Yoigo o de una docena de
operadores móviles virtuales, y tampoco por la eclosión de nuevos
negocios, como el internet móvil.
Además de las reducciones de
plantilla de los operadores, que recoge la CMT, los recortes de gastos
que han puesto en marcha han tenido un gran impacto en sus subcontratas,
las empresas que prestan servicios como la atención telefónica o los
instaladores. "Telefónica reduce los precios de los contratos y esto
repercute directamente en el empleo y las condiciones salariales de las
subcontratas", reconoce Jaume Álvarez, responsable de la sección
sindical de Telefónica de CC.OO., que recuerda que todos los operadores
han externalizado estos servicios en los últimos años. "En 1990, cuando
los prestaba personal propio, Telefónica tenía 70.000 empleados",
asegura.Los instaladores, por ejemplo, que emplean a unas 5.000 personas
en toda España, están aplicando reducciones de plantilla, bajadas
salariales del 15% al 20% y otras medidas internas de flexibilidad.
"Hemos mantenido reuniones con la Generalitat para que obligue a los
operadores a cumplir unos mínimos de calidad, por ser un servicio
público, que pare las pujas a la baja en los contratos", asegura Joan
Alcántara, responsable de Acción Sindical de la Federación de Industria
de CC.OO.
Los recortes que aplican los operadores para mantener
sus márgenes (en torno al 30%) pese a que sus ingresos por servicios
finales han caído en 5.500 millones desde el 2008 (un 14,6%) están
afectando también al núcleo duro del sector: la inversión en redes.
"Este ritmo de rebaja de precios es difícilmente sostenible", aseguró
recientemente el presidente de Telefónica de España, Luis Miguel
Gilpérez, en unas jornadas organizadas por Redtel, la patronal de los
operadores de red.
Así, el ritmo inversor se ha frenado y los
4.357 millones que el sector invirtió el año pasado revierten el alza
que habían experimentado en el 2010, la primera tras una serie de caídas
que la sitúan un 28% por debajo de la realizada en 2007.
La
inversión, sin embargo, llega a los 5.920 millones si se incluye la
inversión realizada por las empresas en la compra de espectro
radioeléctrico en las subastas organizadas por el Gobierno. Según
portavoces de la patronal RedTel, "el sector continúa manteniendo su
apuesta por la inversión en redes porque apuestan por el futuro. Los
operadores también tienen un acceso más difícil a la financiación en
estos últimos años". Los operadores aseguran que "la situación
regulatoria y fiscal tiene que cambiar radicalmente para apoyar de una
manera clara y decidida el despliegue de nuevas redes de
telecomunicaciones en España", y denuncian que hasta el 50% de lo que
pagan los ciudadanos en su factura telefónica va al pago de impuestos.
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