Ante lo que parece ser la inminente negociación
en la Mesa Paritaria de un acuerdo sobre el sistema de productividad
en las contratas de Telefónica, creemos necesario analizar y debatir
el texto propuesto, dado que su laxo redactado (propuesto por parte
sindical, no lo olvidemos) ya abre la puerta a la inclusión de la
producción mínima en el sector.
Pero antes de entrar analizar el contenido, es
necesario impugnar las formas. Las exigencias de productividad son lo
que hace que trabajemos jornadas infinitas y es la causa de muchos
accidentes laborales, en ocasiones mortales. Y la negociación de
algo que tiene un impacto tan grave en nuestras vidas se está
llevando a cabo a espaldas de los trabajadores. No hay información
pública, o muy poca, ni reparto, ni se están haciendo asambleas
para saber qué opinamos quienes vamos a sufrir las consecuencias.
Es una realidad que el salario de los convenios
del metal es insuficiente para pagar nuestro trabajo, pero la lucha
debería ser por aumentar el salario en el sector, y no el trabajo
pagado a destajo, ya que el sistema de producción ha demostrado que
al final nadie gana dinero y la gente acaba matándose. El documento
debería hablar de dignificar las condiciones del sector y no entrar
en el juego de la patronal.
Producción mínima
En cuanto al texto, lo que consideramos más
grave, como ya anunciábamos, es que abre la puerta a la producción
mínima. Vemos que hay dos aspectos que apuntan hacia ese peligro.
El primero es en el siguiente párrafo, que
copiamos literalmente:
“Cargas de trabajo
Una vez establecidas las condiciones de desarrollo de las actividades y los tiempos de asignación a cada una de ellas, se establecerá un procedimiento operativo para su implantación definitiva y otro para el establecimiento de las cantidades de trabajo a desarrollar de forma diaria.”
Tal cual está el texto lo único que se entiende
es que se van a medir los trabajos y se va a determinar una
“cantidad de trabajo a desarrollar de forma diaria”, es decir una
exigencia de producción mínima, ya que si es el trabajo que hay que
desarrollar diariamente, ¿qué pasa si no se llega a esa exigencia?
Hay que convenir que tal como está redactado, significa producción
mínima exigible.
El segundo aspecto del texto que anuncia la
producción mínima está en el mismo sistema de cálculo de
incentivos:
“Rendimiento y escalas de cobro
Si el sistema pactado responde a un sistema de primas e incentivos, se establecerá un rendimiento normal (base 100) y un rendimiento óptimo (base 133). En este caso, se extenderán en el sector los conceptos de horas efectivas (a rendimiento), horas de incidencia (a rendimiento pactado) y horas de presencia. (…) La retribución del incentivo será en cómputo mensual, y empezará a actuar cuando el rendimiento individual mensual esté por encima del rendimiento normal (100), siendo el techo de cobro el rendimiento óptimo (133).”
Si resulta que se fija en números qué es un
“rendimiento normal” para calcular un “rendimiento óptimo”,
nos estamos echando la soga al cuello. Las empresas ya despiden
cuando les da la gana por “bajo rendimiento” cuando quieren
reprimir o deshacerse de trabajadores, pero hasta ahora la justicia estaba
declarando improcedentes esos despidos. Si las empresas tienen una
cantidad de trabajo mensual que consideran “rendimiento normal”,
qué pasará cuando haya personas que no lleguen a ese supuesto
“rendimiento normal”? Pues como es obvio, despedirán de forma más barata, porque serán despidos objetivos, en lugar de
improcedentes.
No hace falta ni decir que en nuestro trabajo
intervienen muchísimos factores que hacen que sea imposible fijar
una cantidad de trabajo diaria, sin que ello suponga alargar la
jornada y tener que realizar acciones que ponen en peligro nuestras
vidas.
Y ¿cómo se va a calcular cuánto es un
“rendimiento normal”? Cualquier cálculo hecho por una “comisión
de expertos”, como dice el texto, será un cálculo injusto. El
texto dice:
“Para esta mediación, ambas partes dotarán a la comisión de productividad de técnicos y expertos en la materia, y de los recursos necesarios para la realización del trabajo relacionado con los métodos y tiempos.”
Los únicos expertos en la materia somos
nosotros, los que estamos en el tajo cada día. Somos nosotros los
que miramos con recelo cualquier medición que haga un “comité de
expertos” porque ningún comité de experto podrá calcular de
forma justa cuáles son nuestras condiciones reales de trabajo.
Dependemos de factores climatológicos, de cambios de baremos, de
mayores exigencias técnicas o del aumento de complejidad futuro, del
ánimo del cliente, de tener que volver a repetir un trabajo por
fallo de tesa o de equipo de tesa, o porque un cliente se lo
repensó, etc.
Además, y aunque suene a utópico, el trabajo de
mantenimiento e instalaciones no puede ser sometido a producción,
especialmente el primero. El objetivo final debería ser la ausencia
de averías, la prevención, el dedicarle una atención a las cosas
que en el futuro repercuta en una mejora de la red. Pagando por
puntos y aceptándolo como ley, consolidamos la barbarie, le damos
rango de convenio y eso después no tendrá remedio.
Se suele responder por parte sindical que “es lo
que hay”, que es la única forma de subir el salario…etc. Pues
bien, creemos que la lucha debe ir encaminada a meter a todo el mundo
en convenio y a subir las condiciones objetivas de éste, aumentar el
salario mínimo y controlar que la jornada no pase de ocho horas…en
definitiva, subir los costes laborales, en lugar de bajarlos, ya que
los costes laborales SON NUESTRAS CONDICIONES de trabajo y nuestro
bienestar.
Hay otro camino, y se llama no aceptar el discurso
empresarial y salir a la calle, tal vez al principio pocos, pero con
constancia y sin abandonar nuestras reivindicaciones, conseguiremos
ser muchos, para poder cambiar las cosas. En 2015 ocurrió, por
primera vez. ¿No puede volver a repetirse siendo más, y haciéndolo
mejor?
Producción mínima para el hermano de Amelia de KOMFICA y para FRADE.
ResponderEliminarAmelia barriobajera
Asamblea de trabajadorxs del sector en Madrid ya! Basta de indignidad, basta de no pelear, basta de ver como acaban con nuestras vidas, basta de no poder compartir las vidas con lxs nuestrxs, Basta de individualismo, Basta de acabar con los derechos que consiguieron nuestrxs padres, madres y abuelxs, BASTA YA DE INDIFERENCIA!! Por lxs que vienen detrás, A PELEAR!!
ResponderEliminarEs una pena los autónomos las inversiones que hemos tenido que realizar para estar ahora entramados pero aquí nadie hace nada esto es una pena las condiciones de trabajo indescriptibles acoso y derribo ha quien peleó por anular el nuevo contrato compañeros que se tiene que marchar porque no pueden más.... Telefonica debería de mojarse un poco puesto que consintiendo do esto es tan culpable como las propias contratas un autonomo arruinado y cada día mas
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